Sabemos que en algún momento de nuestras vidas, le pedimos algo al Señor. Eso, sin importar las circunstancias no vamos a poder vivir sin la oración y mantener una vida espiritual sana. De la misma manera que no podemos seguir adelante sin comida para mantener nuestros cuerpos físicos. Por la misma razón, muchos cristianos hoy en día son débiles debido a la falta de oración. No tienen alegría, ni bendición, ni poder, ni victoria, ni deseo de servir al Señor. Si no haces de la oración una práctica constante en tu vida, no tendrás poder en tu vida. Si no tienen comunión con Dios por medio de la oración, les resultará difícil pasar por las pruebas físicas y espirituales y pruebas de la vida.
Cristo es nuestro ejemplo a este respecto. Si él se tomó mucho tiempo para orar. Nosotros también debemos orar. Cristo espera que todos nosotros seamos como niños en la oración. La oración es una necesidad definida.
La oración nos acerca al Padre. Nos da la maravillosa oportunidad de abrir nuestros corazones a él, contarle lo que ocupa nuestras mentes, pedirle su ayuda y su sabiduría.
Santiago 4:8 dice: "Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes." ¡Y esto es lo que hacemos cuando oramos! Nos acercamos al Padre; sacamos tiempo para hablarle y escucharle, para disfrutar de su presencia y compañía. Esta es la razón principal por la que oramos. Hay otras razones por las que debemos orar, mira algunas de ellas a continuación.
1. Para que Dios sea glorificado
Juan 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Dios espera que pidamos, y que lo hagamos en el nombre de Jesús. No es pedir todo lo que se nos antoje, sino pedir de acuerdo con su deseo para nosotros y para que él sea glorificado en nuestras vidas.
2. Porque si pedimos, recibimos
Mateo 7:7-9: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra?
Aquí vemos el corazón paternal de Dios. Él desea dar cosas buenas a sus hijos, pero debemos pedir, buscar, llamar, cultivar nuestra relación con nuestro Padre y expresarle nuestros anhelos.
3. Porque Jesús dio ejemplo
Hebreos 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente.
Vemos que Jesús, aun siendo Dios hombre, cultivó una vida de oración y clamor, pero también tuvo "reverente sumisión". ¡Cuánto más debemos nosotros mostrar ese corazón reverente y sumiso a través de nuestras oraciones y nuestras conversaciones con el Padre!
4. Para recibir su paz
Filipenses 4:6-7: No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
¡Son tantas nuestras preocupaciones diarias! Podemos llevarlas ante Dios, entregárselas y darle gracias porque no tenemos que enfrentar solos los problemas de la vida. Es en esa actitud de total confianza en él que recibimos su paz, una paz incomprensible que muestra el cuidado de nuestro Dios.
5. Para recibir sanidad física y espiritual
Santiago 5:15-16: Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Podemos llevar ante Dios todo tipo de peticiones, incluidas las peticiones por salud y por el perdón de pecados. Dios anhela tocarnos con sanidad física y sanidad espiritual. Somos justos gracias a Jesús (2 Corintios 5:21) y por eso nuestra oración es eficaz y tiene poder.
6. Porque expresa confianza en la gracia y misericordia de Dios
Hebreos 4:16 Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos.
Mientras más cultivemos nuestra relación con Dios más fácil será acercarnos a él con toda confianza para hablarle y presentarle nuestras necesidades. También será cada vez más fácil escucharle y recibir su misericordia, su gracia, su paz.
Debemos perseverar en la oración
Efesios 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Podemos orar en todo momento por todas las situaciones o personas que vengan a nuestra mente. También debemos interceder por nuestros hermanos en la fe. Es importante pedir al Espíritu Santo las palabras precisas para orar con sabiduría, de acuerdo con el corazón de Dios.
No dudes en acercarte al Padre celestial con tus oraciones. Verás el gozo enorme que sentirá tu corazón al fortalecer tu relación con él a través de la oración.